La batalla por la libertad se da todos los días y nunca se acaba, porque a pesar de que creamos que nuestras ideas han triunfado, habrá otros que verán ese momento como un pasajero periodo de impopularidad, pero se mantendrán firmes y a la espera de poder salir nuevamente a pregonar el estatismo y la supresión de toda forma de autonomía social.
El comunismo, el sistema más empobrecedor y criminal que jamás haya sido perpetrado contra los trabajadores, pasa a ser su salvador ante el malvado capitalismo, como si los comunistas no hubiesen asesinado a millones, y como si el Muro de Berlín hubiese sido construido por los capitalistas para impedir que los trabajadores oprimidos huyesen rumbo al paraíso socialista.
El contraste no podría ser más absoluto.
Mientras el presidente Obama hace público hoy su presupuesto ideal para este año (alabando al gobierno como el origen del éxito de Estados Unidos), el presidente de la Fundación Heritage Jim DeMint presenta su nuevo libro sobre las personas que están haciendo que este país funcione, día a día.