“El presidente Obama respalda el facilitar que los extranjeros que obtengan una maestría o un doctorado en las universidades de Estados Unidos puedan conseguir “tarjetas verdes” (o sea la residencia permanente), como propone un grupo de senadores de ambos partidos que está trabajando en esa reforma”, comenta Kevin Sullivan en The Washington Post. “Sin embargo, la solución respecto a cómo redactar reformas integrales que abarquen tanto a los inmigrantes calificados como a los que no lo son, se encuentra estancada debido a luchas partidistas internas”.
Aunque la administración y algunos otros han sido rápidos a la hora de celebrar la decisión de la Corte Suprema de anular tres de las disposiciones de la ley estatal de Arizona (las que buscaban regular el registro de extranjeros, a los extranjeros en búsqueda de empleo y el arresto de personas basado en una posible expulsión) la parte más significativa de la decisión radica en lo que la Corte optó por ratificar.
La decisión de hoy de la Corte Suprema ratificando la disposición principal de la ley de inmigración S.B. 1070 de Arizona es una firme reprimenda a la administración Obama. La administración había argumentado que sus propias prioridades en el cumplimiento de la ley de inmigración deberían ser tratadas como ley de control, es decir, por encima de las determinaciones tanto del Congreso como de Arizona. Pero la decisión de la Corte significa que el presidente debe pasar por el Congreso si desea obstaculizar la capacidad de los estados para hacer cumplir las leyes de inmigración dentro de sus fronteras.
La decisión de hoy de la Corte Suprema ratificando la disposición principal de la ley de inmigración S.B. 1070 de Arizona es una firme reprimenda a la administración Obama. La administración había argumentado que sus propias prioridades en el cumplimiento de la ley de inmigración deberían ser tratadas como ley de control, es decir, por encima de las determinaciones tanto del Congreso como de Arizona. Pero la decisión de la Corte significa que el presidente debe pasar por el Congreso si desea obstaculizar la capacidad de los estados para hacer cumplir las leyes de inmigración dentro de sus fronteras.
el presidente realiza un juramento único, prometiendo que “ejecutará fielmente el Cargo de Presidente de Estados Unidos” y que “conservará, protegerá y defenderá la Constitución de Estados Unidos”. No necesitamos una nueva Declaración de Independencia, sino que necesitamos a un presidente que defienda y ejerza con brío su legítimo poder, reconociendo que ese poder no es arbitrario o ilimitado.