Cuando el presidente Obama se disponga a elaborar su agenda comercial para 2013, debería echar una mirada a las palabras de Ronald Reagan en busca de inspiración:
Cuando los gobiernos se involucran demasiado en el comercio, los costos económicos aumentan y se multiplican las disputas políticas, por lo que la paz se encuentra amenazada. En la década de 1930, un espectro espantoso acechaba al mundo: guerras comerciales y el proteccionismo y, finalmente, guerras reales y un sufrimiento y una pérdida de vidas sin precedentes.
Si a los políticos verdaderamente les interesa que haya un aumento de las exportaciones de Estados Unidos, su principal prioridad debería ser la contención del gasto federal excesivo. Esto reduciría el déficit presupuestario, lo que a su vez resultaría en un menor número de bonos del Tesoro “exportados”.