Las encuestas también muestran que tanto los adolescentes como los padres respaldan firmemente el mensaje de la abstinencia. El informe de la NAEA cita un estudio nacional de 2010 que indica que “el 70% de los padres investigados se opone al sexo prematrimonial tanto en general como para sus hijos adolescentes”.
La investigación muestra que la familia que permanece intacta se corresponde con la calidad del tiempo pasado en familia y con otros funcionamientos y dinámicas familiares positivos de modo que pueden reforzar los buenos resultados tanto entre niños como adolescentes. Así que fortalecer la familia tradicional debería ser un componente clave de las normativas y programas que buscan fomentar el bienestar infantil.