No se equivoque, la metódica y salvaje marcha del Estado Islámico a través de Medio Oriente amenaza algo más que a las minorías étnicas y religiosas atrapadas en su camino. Estados Unidos y sus aliados, especialmente los de la región, tienen razones para estar preocupados por el costo humano de permitir que el Estado Islámico deambule libremente.
El acuerdo de última hora al que se llegó en la mañana del pasado lunes entre las autoridades chipriotas y los responsables del Fondo Monetario Internacional (FMI) y de la Unión Europea (UE) está siendo aclamado desde Bruselas como un auténtico logro. Pero en realidad, el acuerdo simplemente oculta los graves problemas estructurales internos de la eurozona y probablemente no sea más que una solución temporal a unos problemas a largo plazo.
El Parlamento de Chipre rechazó ayer tajantemente el plan de rescate financiero de la Unión Europea (UE) que habría gravado los depósitos bancarios privados.
El plan no recibió de ni un solo voto de respaldo, al votar en contra del mismo 36 parlamentarios y abstenerse 19, con un parlamentario ausente de la votación.