El estudio de la economía que no presta atención al detalle agrupa tanto gastos como impuestos; el estudio de la economía que se hace meticulosamente los analiza por separado así como en conjunto. Una vez distinguido esto, queda claro que la composición de la “austeridad” importa: las subidas de impuestos contraen la economía; los recortes al gasto hacen crecer la economía.
A nadie le gusta las subidas de impuestos, ¿no? No del todo. A los sindicatos de empleados públicos sí. En California, los sindicatos de empleados públicos pospusieron recientemente sus negociaciones contractuales hasta después de una votación sobre una iniciativa que subiría los impuestos. Los sindicatos respaldan la iniciativa y no quieren que sus nuevos contratos hagan que los californianos voten no.
Desde principios del siglo XX, el proceso se ha democratizado, eliminándose muchos de los sistémicos controles en el arte de gobernar. Este cambio parece haber dado alas a la demagogia y ha empoderado al Poder Ejecutivo, centralizando el poder político, cosa que nuestros Fundadores quisieron evitar. Fortalecer a los partidos políticos podría ofrecer protección contra tal comportamiento.
La pregunta es ¿durante cuánto tiempo debe sufrir Grecia? ¿Cuánto tiempo debe pasar hasta que Grecia tenga una perspectiva razonable de recuperación? Poner sus finanzas bajo control es sólo el primer paso y los registros históricos sugieren que recortar el gasto prepara el terreno para una recuperación más fuerte y rápida; por otro lado, subir los impuestos sólo daña el crecimiento todavía más que ahora y hace que el pedregoso camino hacia la recuperación sea más largo y abrupto.
La interpretación personal de la naturaleza humana probablemente determinará si se es progresista o conservador. En un momento en que nuestro país está profundamente dividido, nunca ha sido tan importante entender la diferencia entre el concepto de la naturaleza humana para la izquierda y para la derecha.