En menos de 72 horas, en tres rincones diferentes del mundo se producían sendos acontecimientos paralelos relacionados con el ébola. La auxiliar de enfermería Teresa Romero ingresaba para ser aislada en el Hospital Carlos III de Madrid, el ciudadano liberiano Thomas E. Duncan moría en Dallas por culpa del virus y una cooperante noruega de Médicos Sin Fronteras era repatriada desde Sierra Leona a su país al detectársele la enfermedad. Las tres historias muestran una triple cara de parecidos y diferencias sustanciales.