El “Estado del Bienestar” es la manida frase que describe los programas estatales o “beneficios sociales” que un país paga con el dinero del contribuyente. El concepto viene del alemán Wohlfahrtsstaat (Welfare State en inglés). En pocas palabras, es un concepto humanista y noble, que intenta garantizar una base de seguridad para todos los ciudadanos de un país. Sin embargo, el “Estado del Bienestar” también es considerada táctica necesaria para la estrategia estatal de muchos gobiernos y líderes déspotas que buscan acrecentar su poder vendiendo la idea del sueño igualitario de la sociedad utópica.
La historia nos ha enseñado a través del tiempo y de las víctimas de injusticias toleradas en nombre del “bien común” que un gobierno demasiado poderoso es capaz de cometer atrocidades y abusos incluso en contra de su propia gente. Sin embargo, tampoco debemos olvidar los peligros de un Estado sin orden, sin leyes y sin una autoridad que vele por la justicia. Esto es lo que alarma a aquellos que se rehúsan a ser críticos con el Estado omnipresente.