El acuerdo al que llegó ayer la administración Obama en las conversaciones de Ginebra es un acuerdo repleto de fallas que se arriesga a reducir la presión de las sanciones contra Irán durante los próximos seis meses a cambio de unas promesas iraníes fácilmente reversibles, algunas de las cuales ya las hizo anteriormente Irán, aunque luego las incumplió. El acuerdo exige que Irán ponga freno a algunas, no todas, de sus actividades nucleares durante los próximos seis meses a cambio de una reducción de las sanciones por valor de alrededor de $7,000 millones.
Se nos dijo que se pretendía que Obamacare fuera compasivo con los americanos en situación de necesidad.
Pero aunque puede que el presidente Obama y sus colegas progresistas tuvieran la mejor de las intenciones al forzar la aprobación de Obamacare en el Congreso, las normativas de esta ley no son para nada compasivas con quienes no tienen seguro médico ni con aquellos americanos con ingresos bajos o modestos.
Como muestra El Gráfico de la Semana, el presidente Obama ya está superando al presidente George W. Bush en la confirmación de nombramientos judiciales durante su segundo mandato. Y como los analistas de Heritage Elizabeth Slattery y Hans von Spakovsky han señalado, este nuevo impulso está centrado en copar una importantísima corte de circuito que sirve a menudo de trampolín hacia la Corte Suprema.
Como dijo el presidente Obama, se salieron con la suya.
Harry Reid y el Senado controlado por los demócratas consiguieron cambiar las reglas del Senado, de modo que pueden hacer que se apruebe lo que quieran sin tener que preocuparse por que los republicanos practiquen el filibusterismo en su contra.