Cuando el gobierno se convierte en un obstáculo, a veces incluso la gente más trabajadora acaba hundida en la pobreza.
En Nepal, donde más de un cuarto de la población vive por debajo del umbral de pobreza, las pequeñas tiendas locales conocidas como “Kirana Pasals”, se ven obligadas a operar dentro de la economía informal y el mercado negro a causa de los altos impuestos, las regulaciones excesivas y la burocracia del gobierno.