Casi 150 años después, es hora de hacer un chequeo de perspectiva. Si Lincoln podía alentar a sus conciudadanos a dar gracias en una etapa tan sombría, ¿cómo puede alguno de nosotros quejarse de su suerte? ¿Cómo podemos leer encuestas indicando que nuestros mejores días ya pasaron, que todo lo que podemos hacer es gestionar nuestro “inevitable” declive? Qué sinsentido.
Una cosa está clara a raíz del debate de la pasada noche: Estados Unidos se enfrenta a significativos desafíos en política exterior y seguridad nacional e incluso se debería prestar más atención a estos asuntos en la campaña presidencial de 2012. La Fundación Heritage se siente orgullosa por la oportunidad de haber trabajado con el AEI y la CNN para traer estos asuntos a la arena pública y promover un debate ponderado entre los candidatos republicanos.
Esta noche a las 8 p.m. (ET), ocho candidatos republicanos a la presidencia subirán al escenario en Constitution Hall, en Washington DC, para decirle a Estados Unidos cuál es su posición en política exterior y seguridad nacional durante el debate auspiciado por la Fundación Heritage y el American Enterprise Institute (AEI), transmitido por la CNN y moderado por Wolf Blitzer.
Los ejércitos y la seguridad nacional de Estados Unidos están al borde del abismo. Esta semana, un “supercomité” del Congreso tenía que desarrollar un plan para reducir el déficit federal en más de $1.2 billones durante los próximos 10 años. No promulgar el plan para el día 15 de enero de 2012 resultará en un recorte automático del gasto militar — un escenario que el secretario de Defensa Leon Panetta describe como “devastador”.
Esta semana, el reloj de la deuda nacional de Estados Unidos marcó un hito de pesadilla: la cifra récord de $15 billones. No basta con palabras para describir el alcance del endeudamiento debido al gasto federal, pero es indudablemente una asombrosa cifra que ha crecido drásticamente en la pasada década y es más de $4 billones más grande que cuando el presidente Barack Obama llegó al cargo hace tres años.