El espionaje de la NSA evita atentados terroristas pero también debe respetar las libertades civiles
El general Keith Alexander, director de la Agencia de Seguridad Nacional (NSA), testificó en una sesión a puertas abiertas ante el Comité Selecto Permanente de la Cámara de Representantes para Inteligencia sobre cómo la recogida de información por parte de los servicios de inteligencia sirve de respaldo a las iniciativas nacionales en la lucha contra el terrorismo transnacional.
Ayer, la Corte Suprema emitió uno sus primeros y más importantes dictámenes de este mandato, derogando la medida de Arizona que requiere una prueba de ciudadanía para el registro como votante. Los informes de los medios de comunicación ya se están excediendo en sus interpretaciones de la sentencia, como comenta el experto legal de la Fundación Heritage, Hans von Spakovsky. A continuación le informamos sobre tres cosas que debe saber acerca de esta sentencia.
Cada día, más americanos se ven atrapados por el Estado omnipresente. Además de los grupos a los que persiguió el IRS, respetables ciudadanos que viven sus vidas de manera normal son repentinamente puestos en el punto de mira de las autoridades judiciales y acusados de ser unos delincuentes. Aquí tiene unos cuantos ejemplos:
Recientes informes indican que un empleado de un contratista del gobierno filtró a los medios de comunicación los detalles de un programa de vigilancia clasificado de la Agencia de Seguridad Nacional (NSA). Le preguntamos a James Carafano, autor de un libro sobre el uso de contratistas por parte de Washington (Private Sector, Public Wars), su opinión sobre estas recientes revelaciones.