Algunos antiguos responsables del Partido Republicano están exhortando a la Corte Suprema para que redefina el concepto de matrimonio para toda la nación. Sin embargo, el respaldo al matrimonio como la unión de un hombre y una mujer es esencial para los principios americanos (y conservadores). De hecho, nada podría ser menos conservador que exhortar a un tribunal activista para que redefina una institución esencial de la sociedad civil.
Para comprender lo que va a pasar hoy en la Corte Suprema, tenemos que retroceder en el tiempo.
Era el año 1965. Cientos de personas se reunían en Selma, Alabama, para marchar en favor del derecho a votar de los americanos negros, pues algunos estados, especialmente en el sur, habían establecido obstáculos para el ejercicio del voto, tales como cobrar dinero a los posibles votantes o hacerles pasar un examen.
El presidente Obama da tantos giros de 180 grados en sus posiciones políticas que es complicado seguirle el rastro. Después de presentarse a presidente respaldando el matrimonio tradicional, “evolucionó” para respaldar el matrimonio entre personas del mismo sexo y ahora su Departamento de Justicia ha instado oficialmente a la Corte Suprema a que derogue esa ley por completo.
“El presidente Obama respalda el facilitar que los extranjeros que obtengan una maestría o un doctorado en las universidades de Estados Unidos puedan conseguir “tarjetas verdes” (o sea la residencia permanente), como propone un grupo de senadores de ambos partidos que está trabajando en esa reforma”, comenta Kevin Sullivan en The Washington Post. “Sin embargo, la solución respecto a cómo redactar reformas integrales que abarquen tanto a los inmigrantes calificados como a los que no lo son, se encuentra estancada debido a luchas partidistas internas”.
El presidente Obama ha estado eludiendo al Congreso de todas las formas que ha podido encontrar. Una de ellas es abusar del poder presidencial de realizar nombramientos para puestos en el gobierno durante un supuesto período de receso del Senado, en un intento por evitar que el Senado tuviera que confirmar a sus nominados.
El pasado viernes por la mañana, un jurado compuesto por tres jueces de la Corte de Apelaciones del Circuito del D.C. anuló por unanimidad los nombramientos para la Junta Nacional de Relaciones del Trabajo (NLRB), que el presidente Obama alegó que se efectuaron “en período de receso” congresional. Los nombramientos se realizaron hace más de un año, de modo que la sentencia invalida de forma potencial cierto número de medidas adoptadas desde entonces por la NLRB. Además, los cinco miembros de la NLRB no pueden actuar sobre ningún asunto sin que exista quórum, por lo que la exclusión de sus miembros nombrados ilegalmente deja sin quórum a este órgano.