En uno de los documentos más importantes de la historia –la Declaración de Independencia de Estados Unidos– los americanos se referían a sus adversarios ingleses como “Nuestros hermanos, los habitantes de Gran Bretaña”; mientras que el lema de la Revolución Mexicana era “Que mueran los españoles”. Esta disimilitud hoy puede tener diversas concepciones y a la vez puede darnos amplias respuestas.
La Corte Suprema anunció la semana pasada que verá los casos que tratan sobre la definición del matrimonio durante su actual mandato. La Corte considerará las causas presentadas contra la Ley de Defensa del Matrimonio, aprobada en el Congreso por ambos partidos con una mayoría aplastante y firmada por el presidente Clinton, así como contra la Proposición 8, la enmienda constitucional de California que define el matrimonio como la unión de un hombre y una mujer.