Se calcula que Hamás había construido una red de más de 30 túneles interconectados a lo largo de la frontera entre Gaza e Israel para llevar a cabo ataques simultáneos contra poblaciones y bases militares isrelíes cercanas a la Franja, así como para secuestrar israelíes, con el objetivo de reeditar un intercambio como el del soldado Guilad Shalit. Pero lo que posteriormente se supo de ellos fue tremendo.
Corea del Norte puede estar cometiendo un genocidio, según indica un informe publicado recientemente por la firma de Derecho Internacional Hogan Lovells. Al acusar a Corea del Norte de genocidio, el informe de Hogan Lovells va aún más lejos que la Comisión de Investigación de Naciones Unidas (COI), que halló a Corea del Norte culpable de crímenes contra la humanidad pero que no abordó la cuestión del genocidio. No obstante, los hallazgos de ambos informes deberían suscitar una respuesta por parte de la comunidad internacional.