Los programas antipobreza del gobierno comparten la equivocada idea de que la pobreza en América es fundamentalmente un problema material que se puede resolver con aumentos de la ayuda social y del gasto de derechos a beneficios. La pobreza en América es a menudo el resultado de un problema de relaciones, como la ausencia paterna o la descomposición de la comunidad, que los programas gubernamentales no pueden abordar adecuadamente.