Todos existimos en algún tipo de relación con los demás. De hecho, nos convertimos en quienes somos –desarrollamos nuestros propios hábitos y puntos de vista únicos– en el contexto de estas relaciones. Tenemos que pensar en nosotros mismos y en los demás no sólo como individuos autónomos sino como personas en comunidad. Y la forma más básica de la comunidad es la familia.
Como PovertyCure explica, las herramientas contra la pobreza incluyen el respeto de la dignidad humana, el trabajo honrado, el imperio de la ley, el gobierno limitado, familias sólidas, comunidades dinámicas y asociaciones de voluntarios, propiedad privada, iniciativa y libre intercambio y una cultura que promueva la confianza y la honradez.
La sociedad civil ofrece una mejor esperanza y oportunidad para escapar de la pobreza, más de lo que puede cualquier otro programa de gobierno. Abogar por un gobierno limitado va de la mano con la confianza en la capacidad de las instituciones de la sociedad civil para satisfacer las necesidades humanas, tales como familias, iglesias y empresas locales.