El exsecretario del Tesoro Henry Paulson afirma que sin un impuesto sobre el dióxido de carbono, todos pagaremos el perjuicio del cambio climático “con creces” y que vamos a dejar el mundo en peor estado a nuestros nietos. Pero en realidad, un impuesto sobre el carbono perjudicaría a nuestros nietos.
La energía es el principal recurso, como solía decir el difunto y gran economista Julian Simon.
No se puede producir nada en gran cantidad si no se cuenta con una energía eléctrica asequible.
Mis hijos aprendieron esa lección por las malas cuando nos quedamos sin electricidad debido a una ventisca hace varios meses. Bienvenidos, les dije, al siglo XIX. No les gustó demasiado.
Cuando era jefe de gabinete del presidente Obama, Rahm Emanuel realizó esta declaración perturbadoramente honesta: “Nunca hay que desaprovechar una grave crisis”. Sin embargo, la histeria en torno al informe más reciente de la administración sobre el calentamiento global supone una variación del dicho: “Nunca pierda la oportunidad de crear una grave crisis”.
Cuando Barack Obama obtuvo la nominación presidencial de su partido en 2008, proclamó que “durante las próximas generaciones, podremos echar la vista atrás y decirles a nuestros hijos que… este fue el momento en el que la subida del nivel de los océanos se empezó a ralentizar y nuestro planeta empezó a recuperarse”.