Por culpa de Obamacare, todos los americanos tendrán ahora que remitir al Servicio de Impuestos Internos (IRS) la información relativa a sus seguros médicos. Por desgracia, este nuevo requisito surge justo en el momento en el que se han planteado serias dudas acerca de la capacidad del IRS para administrar de forma competente esas historias clínicas personales.