Bloomberg ha informado en estos días sobre la más reciente tendencia de Obamacare recorriendo todo el país: puede que pronto las ciudades y los estados intenten pasar los insostenibles costos de la atención médica al gobierno federal, dejando a empleados y jubilados a merced de los sistemas especializados de Obamacare.
Una reciente encuesta de Rasmussen muestra que la aprobación pública de la Corte Suprema de Estados Unidos se encuentra en su mínimo histórico. Sólo el 28% de los encuestados le otorgó a la Corte Suprema la calificación de “buena” o “excelente”, mientras la calificación de “mala” para los magistrados se ha elevado hasta el 30%. Esta calificación negativa es incluso mayor que la presentada por Rasmussen el año pasado tras la decisión de ratificar Obamacare.
Recientemente el Departamento de Estado presentó un informe al Congreso evaluando la amenaza que supone Irán para el Hemisferio Occidental. Desgraciadamente, parece que el Departamento de Estado desatendió la posibilidad de consultar a los aliados de Estados Unidos en Latinoamérica e ignoró las investigaciones que contradecían sus afirmaciones.
La semana pasada, la administración Obama intentó transformar su anuncio del retraso de un año en el mandato al empleador de Obamacare en una iniciativa para implementar la ley de “una manera cuidadosa y meditada”. No se deje engañar. Incluso varios demócratas han admitido que la ley se ha convertido en un “desastre” gigantesco, con un gran número de retrasos, problemas técnicos e inconvenientes. Aquí tiene doce fallas más de la implementación de Obamacare.