El experto de Heritage Hans von Spakovsky, excomisionado de la Comisión Federal Electoral (FEC), dijo que las acciones de la administración “muestran cómo se utilizaron los fondos del contribuyente para propósitos groseramente políticos — es un claro abuso del poder del gobierno y otro signo de la ausencia de brújula moral de esta administración”.
El Congreso no puede resolver el problema del exceso de gasto desbaratando la defensa con los recortes automáticos reteniendo fondos, o mediante el aumento de los impuestos al pueblo de Estados Unidos, o dilatando la decisión para ganar tiempo. El Congreso sólo podrá resolver el problema votando, tomando las difíciles decisiones de recortar el gasto, incluyendo la necesidad de arreglar los programas de derechos a beneficios, y financiando plenamente la defensa. Ya es hora de tomar las decisiones duras. Ahora.
Los legisladores de Estados Unidos están finalmente despertando ante esa posibilidad de que China le dispute la primacía a Estados Unidos no solo militar y económicamente sino en las esferas de la información y la diplomacia pública. Por lo menos, algunos en el Congreso están decididos a cerciorarse de que Estados Unidos se enfrente al reto y que el gobierno chino no se salga con la suya usando oportunismo descarado en nuestro ambiente mediático libre y sin censura.
Este fin de semana en el que conmemoramos el 10º aniversario de los atentados del 11 de septiembre sería bueno reflexionar por qué es vital y necesario mantener una defensa que proteja a Estados Unidos. Como dijo George Washington en su primer discurso anual al Congreso en 1790: “Estar preparados para la guerra es uno de los medios más eficaces para mantener la paz”.