El EIIL (Estado Islámico de Irak y el Levante) no es sólo el grupo terrorista de moda. Se trata de un exitoso y gigantesco movimiento con una filosofía apocalíptica y nihilista. Cuando dicen “conviértanse, únanse a nosotros o mueran”, no sólo lo dicen, sino que lo materializan con espantosas consecuencias.
Estados Unidos tiene una sólida tradición en la defensa de los disidentes políticos y religiosos. Ya sea el motivo del silencio de Estados Unidos el que esta tradición se haya quebrantado o bien se deba a la titubeante política de la administración para Medio Oriente, una cosa es segura: Podemos y deberíamos hacerlo mejor.
Aunque hubo conmemoraciones oficiales del 11 de septiembre de 2001 y los americanos volvieron a llorar y a honrar las vidas perdidas hace 12 años, no debemos olvidar a los que perdieron la vida en Bengasi, Libia, hace ahora un año, porque el 11 de septiembre también marca el aniversario de la muerte del embajador de Estados Unidos en Libia, Christopher Stevens así como de Sean Smith, Glen Doherty y Tyrone Woods.