“El matrimonio existe para unir a un hombre y a una mujer como marido y esposa para que sean padre y madre de cualquier hijo que produzca su unión. Se basa en la verdad antropológica de que hombres y mujeres son distintos y complementarios, en el hecho biológico de que la reproducción depende de un hombre y de una mujer y en la realidad social de que los hijos necesitan a una madre y a un padre”.
Algunos antiguos responsables del Partido Republicano están exhortando a la Corte Suprema para que redefina el concepto de matrimonio para toda la nación. Sin embargo, el respaldo al matrimonio como la unión de un hombre y una mujer es esencial para los principios americanos (y conservadores). De hecho, nada podría ser menos conservador que exhortar a un tribunal activista para que redefina una institución esencial de la sociedad civil.
Para comprender lo que va a pasar hoy en la Corte Suprema, tenemos que retroceder en el tiempo.
Era el año 1965. Cientos de personas se reunían en Selma, Alabama, para marchar en favor del derecho a votar de los americanos negros, pues algunos estados, especialmente en el sur, habían establecido obstáculos para el ejercicio del voto, tales como cobrar dinero a los posibles votantes o hacerles pasar un examen.
El presidente Obama da tantos giros de 180 grados en sus posiciones políticas que es complicado seguirle el rastro. Después de presentarse a presidente respaldando el matrimonio tradicional, “evolucionó” para respaldar el matrimonio entre personas del mismo sexo y ahora su Departamento de Justicia ha instado oficialmente a la Corte Suprema a que derogue esa ley por completo.
Los líderes políticos de Nueva Jersey y Nueva York estallaron ayer después de que el vocero de la Cámara de Representantes John Boehner (R-OH) pospusiera la votación sobre el paquete de ayudas por el huracán Sandy. Pero el proyecto de ley está tan cargado de dinero para comprar favores políticos que estos altos cargos deberían considerar el dirigir su ira contra la administración Obama, que es la que está secuestrando la ayuda dirigida a sus electores.