¿Quién se podría oponer a medidas del tipo “Compre americano” que parecen respaldar a la industria americana y crear empleo? A primera vista, eso es lo que parece que hace la Ley de Banderas Nacionales. Pero si se mira de cerca, tales leyes no benefician a las industrias “nacionales” sino más bien a un reducido grupo de productores.
Cuando el presidente Franklin D. Roosevelt ratificó la ley del Seguro Social el 14 de agosto de 1935, se refirió a ella como “una ley que proporcionará cierto grado de protección al ciudadano promedio y a su familia frente a la pérdida del puesto de trabajo y a una vejez atormentada por la pobreza”. Pero el actual Seguro Social es una cosa totalmente distinta.
“Cielos, tengo personal que no gana mucho dinero. Esto constituiría una gran pérdida para ellos”.
Esta podría ser una conversación entre dos empleadores sobre los costos de Obamacare. Pero son las palabras de un miembro del Congreso, feliz de que el presidente vaya a suavizar el golpe de Obamacare para él y sus empleados.
El informe sobre el producto interior bruto (PIB) publicado el pasado miércoles muestra que pocas cosas han cambiado en la economía durante el segundo trimestre del año. La estimación inicial de la Oficina de Análisis Económico (BEA) muestra que el crecimiento económico fue de sólo el 1.7% desde el 1 de abril al 30 de junio, bastante por debajo del ritmo al que debería estar creciendo la economía en este momento de recuperación tras una recesión.