La 18ª Conferencia de Naciones Unidas sobre el cambio climático concluyó hace dos días. Y como ocurrió en las 17 conferencias anteriores, las naciones en desarrollo exigieron que Estados Unidos y los demás países desarrollados les paguen por los efectos del cambio climático. En pocas palabras, que se ríen de nosotros. Por eso las conferencias de la ONU son cada vez más irrelevantes.