El actual sistema impositivo desmotiva el ahorro. Desmotiva la inversión. Desmotiva el espíritu empresarial. Causa que los que toman decisiones deslocalicen los recursos de la nación, limitando las ganancias por productividad, las ganancias salariales y el nivel total de competitividad internacional de la nación. Y es muy, muy complicado. El Nuevo Impuesto de Tipo Único es el remedio.