el presidente realiza un juramento único, prometiendo que “ejecutará fielmente el Cargo de Presidente de Estados Unidos” y que “conservará, protegerá y defenderá la Constitución de Estados Unidos”. No necesitamos una nueva Declaración de Independencia, sino que necesitamos a un presidente que defienda y ejerza con brío su legítimo poder, reconociendo que ese poder no es arbitrario o ilimitado.
La libertad religiosa es la piedra angular del experimento americano, aunque cada vez sufre más ataques. Es por eso por lo que muchos americanos se están uniendo a la Quincena por la Libertad al pasar las dos semanas previas al 4 de Julio (del 21 de junio al 4 de Julio) expresando su gratitud por la libertad religiosa y pidiendo una mayor protección para este apreciado derecho.
Los responsables políticos de Estados Unidos deberían comprender la primacía de la libertad religiosa en el orden constitucional americano y trabajar para proteger esa libertad, no para socavarla. Una firme concepción de la religión es un importante sostén para la libertad religiosa — libertad no simplemente para creer o enseñar ciertas doctrinas sino para vivir la fe de cada cual en todos los aspectos de la vida.
“Cinco veces a la semana, con la orientación de un tutor en inglés en la Facultad de Derecho de la Universidad de Nueva York, Chen ha estado utilizando la Declaración de Independencia como libro de texto improvisado”, informa el Washington Post. “Para un hombre que pasó la mayoría de la última década preso en China mientras luchaba por los derechos de sus paisanos, eso debe tener un profundo eco”.