Corea del Norte puede estar cometiendo un genocidio, según indica un informe publicado recientemente por la firma de Derecho Internacional Hogan Lovells. Al acusar a Corea del Norte de genocidio, el informe de Hogan Lovells va aún más lejos que la Comisión de Investigación de Naciones Unidas (COI), que halló a Corea del Norte culpable de crímenes contra la humanidad pero que no abordó la cuestión del genocidio. No obstante, los hallazgos de ambos informes deberían suscitar una respuesta por parte de la comunidad internacional.
La política respecto a Medio Oriente del presidente Obama continúa desenvolviéndose con peligrosas consecuencias para los intereses nacionales de Estados Unidos y los de sus aliados. El pasado lunes, el movimiento palestino Hamás, de carácter islamista y extremista, se integró en un gobierno de unidad nacional con su movimiento rival, al-Fatah, la facción dominante dentro de la Organización para la Liberación de Palestina.
La reciente publicación de los resultados de la Comisión de Investigación de Naciones Unidas sobre los Derechos Humanos en Corea del Norte (COI) ha confirmado que el régimen de Kim ha cometido crímenes contra la humanidad. El informe hace que los abusos contra los derechos humanos en Corea del Norte queden fuera de toda duda y sus atroces descubrimientos deberían obligar a que la comunidad internacional tome medidas. Sin embargo, pocas medidas se han tomado hasta ahora.