La intercepción de un barco norcoreano que transportaba misiles, cazas y otras armas desde Cuba a través del Canal de Panamá debería ser una llamada de atención para la administración Obama, en un momento en el que se están retomando las conversaciones sobre inmigración con los responsables cubanos por primera vez desde 2011.
Estados Unidos y China iniciaron hace un par de semanas en Washington unas conversaciones económicas y de seguridad de alto nivel, con la preocupación por la ciberseguridad presente en la agenda. Sin embargo, las iniciativas diplomáticas de la administración relativas a la seguridad informática no han disuadido hasta ahora a los chinos para que dejen de efectuar ataques informáticos contra entidades públicas y privadas de Estados Unidos.
El Subcomité de Supervisión y Eficiencia de la Administración celebró recientemente una sesión sobre la influencia y la presencia de Irán en Latinoamérica. Contrariamente a lo indicado en un informe anterior hecho público por el Departamento de Estado, todos los expertos que testificaron expresaron su honda preocupación acerca de lo que describieron como la creciente influencia de Irán en la región.
Recientemente el Departamento de Estado presentó un informe al Congreso evaluando la amenaza que supone Irán para el Hemisferio Occidental. Desgraciadamente, parece que el Departamento de Estado desatendió la posibilidad de consultar a los aliados de Estados Unidos en Latinoamérica e ignoró las investigaciones que contradecían sus afirmaciones.
Con un editorial denuncia muy bien planteado, el Consejo Editorial del Washington Post arremetió contra la política rusa del presidente Obama y su discurso en Berlín del pasado jueves.
El editorial criticaba merecidamente la ingenuidad con la que Obama intentó un acercamiento hacia el presidente ruso, Vladímir Putin, mediante una propuesta mal elaborada para reducir un tercio del arsenal nuclear de Estados Unidos, a la vez que ignoraba la intencionada falta de cooperación de Rusia en un gran número de asuntos clave.