James Carafano, vicepresidente de la Fundación Heritage para política exterior y de defensa e investigador adscrito a la donación E.W. Richardson, se reunió con nosotros para responder a algunas preguntas frecuentes acerca de las recientes amenazas terroristas, el cierre de embajadas y los programas de vigilancia de la Agencia de Seguridad Nacional (NSA).
El Kremlin asestó un golpe diplomático a las relaciones entre Estados Unidos y Rusia cuando Moscú concedió asilo político temporal al exanalista de la NSA Edward Snowden. Así que ahora puede que la Casa Blanca cancele una cumbre entre ambos países que estaba programada para principios de septiembre, aparte de que la política de reinicio de Obama respecto a Rusia requerirá de una reevaluación significativa.
El Departamento de Estado cerró 21 embajadas de Estados Unidos durante el fin de semana y emitió una alerta para los americanos que viajen a Medio Oriente y el norte de África, advirtiendo de posibles amenazas terroristas en la región.
¿De dónde provienen los informes de los servicios de inteligencia que provocaron esta advertencia?
El gobierno federal ha gastado más de $3,000 millones durante los últimos 35 años en ayudar a empresas agrícolas multinacionales para que comercialicen sus productos en el exterior. Los contribuyentes pagan alrededor de $200 millones anuales para financiar unas actividades empresariales que las empresas podrían hacer por sí mismas.
Los rumores sobre la desaparición del escándalo de Bengasi son enormemente prematuros. En estos días, los veteranos de las Fuerzas Especiales se reunieron en el Congreso para mostrar un listado de firmas de más de 18 metros de longitud exigiendo una petición de retirada de la legislación que autoriza a un comité selecto de la Cámara de Representantes a investigar lo ocurrido en Bengasi.