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Política Exterior

Europa debe aumentar su propio gasto de defensa

Además, a medida que la guerra en Afganistán se acerca a su undécimo año, Estados Unidos sigue confiando de manera en el apoyo de sus socios del mundo anglosajón. Mientras que Gran Bretaña, Australia y Canadá han estado codo a codo con Estados Unidos en esta guerra –una misión autorizada por la ONU y la OTAN— otros aliados europeos se han mantenido al margen y han dejado que los demás llevan la carga. Más

Libia: Lo que sigue ahora

El fin del régimen de Gadafi es una buena noticia, pero ahora Estados Unidos debe centrarse en desarrollar una estrategia para lo que hay que hacer de ahora en adelante. Más

Una base constitucional para la defensa

Aquellos que no lo hayan hecho recientemente se beneficiarían si estudiaran lo que la Constitución de Estados Unidos dice sobre la responsabilidad del gobierno federal de proveer la defensa común. Más

Los rebeldes libios avanzan sobre Trípoli: El fin se acerca

Washington debería posibilitar una reconciliación posguerra y un consenso entre las muchas facciones políticas, tribales y locales que han surgido en Libia para llenar los vacíos dejados por el colapso del régimen. Estados Unidos también puede ayudar a la reconstrucción de Libia, en particular para que se repare con prontitud la dañada infraestructura petrolera de Libia, a fin de que las exportaciones de petróleo de Libia regresen a la mayor brevedad posible a sus niveles previos. Más

Ultimas noticias: Pakistán NO es aliado de Estados Unidos

Pakistán no es ni aliado ni enemigo de Estados Unidos, más bien, Pakistán tiene objetivos de seguridad totalmente diferentes a los de Estados Unidos en Afganistán y en la lucha contra el terrorismo en general. Cuanto antes acepten los políticos americanos esta realidad, Estados Unidos tendrá mayores oportunidades de alcanzar sus objetivos en la región. Más

Irak sacudido por una campaña de atentados terroristas

Los atentados se produjeron poco después de que Abu Mohamed Adnani fuese nombrado el nuevo líder de al-Qaeda en Irak, representan un intento de reavivar el conflicto sectario entre suníes y chiítas y demuestran que el grupo sigue siendo una poderosa amenaza. Es probable que la campaña de atentados ponga presión sobre el gobierno iraquí para negociar una extensión de la presencia militar de Estados Unidos, a pesar de las reticencias de varios partidos de la coalición en el gobierno iraquí de admitir públicamente que Irak sigue necesitando ayuda sustancial de Estados Unidos en materia de seguridad. Más