¿Por qué la eurocrisis no va a desaparecer tan fácilmente? Porque incluso si los griegos y los demás adoptasen cada una de las efectivas políticas de crecimiento conocidas por la humanidad, aún así se quedarían con su problema de devaluación por resolver. Ningún fondo de rescate financiero de ningún tamaño puede resolverlo. Ninguna cantidad de recapitalización bancaria puede resolverlo. Los países en cuestión deben decidir qué devaluación llevar a cabo: externa o interna. La primera requiere abandonar el euro. La segunda probablemente lleve a una revolución y luego a la salida del euro.
Mientras la administración baila su particular tango con otro espinoso asunto argentino, respecto a una cosa hay relativa certeza: cuando se trata de operar con la economía, tanto Fernández de Kirchner como Obama comparten la creencia en sus capacidades para desafiar las leyes de la gravedad en economía.
Suecia solía cobrarle impuestos del 60% a las empresas. Ahora los ha rebajado al 26.3%. Como se apuntaba en un reciente artículo de la revista británica Spectator, el ministro de finanzas de Suecia, Anders Borg, nombrado el ministro de finanzas más efectivo de Europa por el Financial Times, ha dado en el clavo fantásticamente bien.
Las persistentes diferencias junto a un débil desempeño del presidente Obama en la Cumbre de Cartagena debería llevar a las autoridades americanas a anunciar una suspensión de actividades o una revisión del costoso proceso de la cumbre. Si Estados Unidos no puede hacer que la OEA trabaje en pro de sus intereses, entonces la Cumbre de las Américas nos queda demasiado lejos.
El lanzamiento del misil por parte de Corea del Norte es una severa violación de varias resoluciones de la ONU y no pedirle cuentas por sus acciones socavaría los intentos internacionales de mantener bajo control el comportamiento de este país. La administración Obama debe tomar medidas ya para neutralizar y disminuir la amenaza norcoreana.
Corea del Norte continuará dominando los titulares en 2012 ya que las incertidumbres sobre la transición en el liderazgo incrementan el riesgo de conflicto y de un error de cálculo. Sin embargo, no hace falta que el mundo se convierta en rehén de un déspota y de unas cuantas armas nucleares, existen medidas claras que Estados Unidos, sus aliados y otras naciones que quieren la paz deben tomar para neutralizar y finalmente disminuir la amenaza norcoreana.