James Carafano, vicepresidente de la Fundación Heritage para política exterior y de defensa e investigador adscrito a la donación E.W. Richardson, se reunió con nosotros para responder a algunas preguntas frecuentes acerca de las recientes amenazas terroristas, el cierre de embajadas y los programas de vigilancia de la Agencia de Seguridad Nacional (NSA).
El Kremlin asestó un golpe diplomático a las relaciones entre Estados Unidos y Rusia cuando Moscú concedió asilo político temporal al exanalista de la NSA Edward Snowden. Así que ahora puede que la Casa Blanca cancele una cumbre entre ambos países que estaba programada para principios de septiembre, aparte de que la política de reinicio de Obama respecto a Rusia requerirá de una reevaluación significativa.
El espionaje de la NSA evita atentados terroristas pero también debe respetar las libertades civiles
El general Keith Alexander, director de la Agencia de Seguridad Nacional (NSA), testificó en una sesión a puertas abiertas ante el Comité Selecto Permanente de la Cámara de Representantes para Inteligencia sobre cómo la recogida de información por parte de los servicios de inteligencia sirve de respaldo a las iniciativas nacionales en la lucha contra el terrorismo transnacional.
Recientes informes indican que un empleado de un contratista del gobierno filtró a los medios de comunicación los detalles de un programa de vigilancia clasificado de la Agencia de Seguridad Nacional (NSA). Le preguntamos a James Carafano, autor de un libro sobre el uso de contratistas por parte de Washington (Private Sector, Public Wars), su opinión sobre estas recientes revelaciones.