El discurso del vicepresidente Joe Biden en Nueva York la semana pasada reflejó el hecho de que el historial de política exterior de la administración Obama así como la Doctrina Obama son tan débiles que no ofrecen mucho material para mostrar en año electoral. El nivel de la falta de honestidad del vicepresidente Biden es asombroso. Tan deshonesta como su defensa a la trayectoria de Obama fue la caricatura del historial republicano que pintó el vicepresidente.
En el curso de tres años, el presidente Obama ha seguido una política exterior que ha dejado a Estados Unidos menos seguro hoy y en mayor riesgo mañana. Un Irán nuclear, unos fallidos Afganistán e Irak, un no amistoso Egipto, un Israel en riesgo y unas fuerzas armadas infradotadas son todas ellas serias preocupaciones para el pueblo americano. En vez de seguir la mal fundamentada Doctrina Obama, es hora de que el presidente ponga primero la defensa de la nación y deje para el final el apaciguamiento de nuestros enemigos. Esa es una doctrina de la que puede depender el pueblo americano.