La Constitución no debería ser dejada de lado tan rápidamente para alcanzar fines políticos y su significado deberá ser cuidadosamente comprendido y respetado. Es por eso por lo que la Fundación Heritage se enorgullece de anunciar un nuevo recurso en inglés para ayudar al pueblo americano y a sus representantes electos a aprender más sobre la historia de nuestro documento fundacional. La Guía Online de la Constitución de la Fundación Heritage es un análisis exhaustivo y fidedigno de cada una de las cláusulas de la Constitución y está disponible gratuitamente en ConstitutionOnline.com.
No hace falta un pedazo de mármol para recordar a James Madison. En su lugar, tenemos la Constitución que creó la estructura para una libertad ordenada y más de 200 años de gobierno republicano estable y pacífico. Tenemos la Carta de Derechos que señala las libertades individuales específicas que todos los americanos poseen, especialmente el derecho a la libertad religiosa. Y, lo que es más importante, tenemos su legado aceca de cómo defender este documento.
La Constitución otorga al presidente de Estados Unidos el pleno “poder ejecutivo” del gobierno federal. Se le denomina “Comandante en Jefe del Ejército y la Armada de Estados Unidos y de la Milicia de los diversos Estados, cuando se llamen al servicio activo de Estados Unidos”. De esta forma la Constitución concede la máxima autoridad de la seguridad nacional a un solo ejecutivo.
La Constitución confiere el poder de encargarse de la política exterior al gobierno federal, específicamente al presidente y al Senado. El presidente lidera a la hora de elaborar la política exterior de Estados Unidos como jefe de la diplomacia de la nación con la facultad constitucional de firmar tratados y nombrar embajadores. Esta autoridad, sin embargo, se la otorga la Constitución al Senado mediante el poder de “consejo y consentimiento”: no sólo el Senado deberá aprobar los nombramientos presidenciales o tratados, sino que también puede modificar los tratados.