La candidatura de Putin a la presidencia de Rusia significa que puede convertirse en el líder ruso con más años de servicio desde que José Stalin gobernase durante casi 30 años. Putin, que ha ocupado el poder desde el 2000, podría permanecer al frente por dos períodos más de seis años cada uno, es decir, hasta el año 2024. Por otra parte, si el actual presidente Dmitri Medvédev después asume el poder, el “tándem” (como se conoce a la pareja Putin-Medvédev) podría gobernar hasta el 2036.
Tres son los programas de derechos a beneficios que nos traen por la calle de la amargura: El Seguro Social, Medicare y Medicaid. Los políticos saben que estos tres programas son las vacas sagradas del presupuesto, temen siquiera hablar de recortes porque eso los dejaría expuestos a la ira electoral de muchos beneficiarios. Sin embargo, la cruda realidad nos dice que no podemos seguir por el mismo camino, pidiendo prestado dinero que no tenemos para cubrir el financiamiento de estos programas.
Lamentablemente, demasiados miembros del Congreso así como el público americano no son conscientes de los recortes en defensa de los últimos años y las consecuencias de todo eso, incluyendo la pérdida de empleos para trabajadores altamente calificados en la construcción naval, la defensa y la mano de obra aerospacial.
El presidente Obama puede creer que la política de “reseteo” con Rusia es la maniobra correcta para cubrir importantes áreas en el campo de las relaciones exteriores, pero esa política está profundamente plagada de errores. Pone a Estados Unidos en una desventaja que no nos podemos permitir y nos obliga a dejar al margen fundamentales principios americanos de la libertad humana.
El Gráfico de la semana revela que, aunque se eliminara por completo el gasto en defensa, los derechos a beneficios seguirían alimentando la crisis de la deuda.
No es fácil reformar el Seguro Social, Medicare y Medicaid, pero es el paso más lógico que podría adoptar el Comité Selecto para controlar el gasto sin hacer recortes a programas vitales de seguridad nacional