Mientras otros países, como China, invierten cada vez más en sus recursos de defensa nacional, Estados Unidos parece haberse decidido a renunciar a su poderosa ventaja en este terreno. Como afirmó en 1790 el primer presidente de la nación, el general George Washington, “el medio más eficaz para preservar la paz” es “estar preparados para la guerra”. La pregunta hoy es, si con la política de defensa de la administración Obama, nos estamos autodesarmando.
El 26 de enero, el secretario de Defensa Leon Panetta ofreció al público una previa de la solicitud de presupuesto de defensa que la administración Obama presentará el 13 de febrero. Los detalles completos de la solicitud de presupuesto de defensa del ejercicio fiscal 2013 se darán a conocer el mes próximo, pero la presentación de Panetta pone en claro que el presupuesto no proporcionará a las fuerzas armadas de Estados Unidos los recursos que necesita. Los recursos inadecuados conllevan capacidades inadecuadas que el secretario describió en términos generales.
los enemigos de la nación están vigilantes. Pueden contar nuestras tropas, nuestros aviones y nuestros buques. Pueden mirar cómo las fuerzas armadas de Estados Unidos retroceden y pierden su capacidad de proyectar tropas por todo el mundo. Y se darán cuenta enseguida de que Estados Unidos no podrá cubrir sus responsabilidades globales. Esa es una invitación al tipo de amenazas de seguridad que Estados Unidos no se puede permitir — y son las amenazas a las que quizá Estados Unidos no pueda responder con sus fuerzas armadas bajo mínimos.
El presidente Obama, al igual que ha hecho recortes masivos en el presupuesto de defensa, también ha estado bastante predispuesto en relación a su propuesta de compartir información de alto secreto sobre los sistemas americanos de misiles y de defensa con misiles con gobiernos extranjeros, como una faceta de su plan para mejorar las relaciones exteriores.