Durante los últimos 50 años, el índice anual de pobreza del gobierno apenas se ha modificado. Según la Oficina del Censo de Estados Unidos, el 15% de los americanos sigue viviendo en la pobreza, casi el mismo porcentaje de mediados de los años 60, precisamente cuando comenzó la Guerra contra la Pobreza.
Hace cuarenta años, el presidente de Estados Unidos Lyndon B. Johnson declaró en tono desafiante la guerra. No, no era contra el comunismo ni contra las fuerzas comunistas de Vietnam. En su lugar, este texano alto y desgarbado declaró la guerra contra la pobreza. Entre sus comentarios preparados para un Congreso conjunto, Johnson dijo de manera confiada: “…Nuestro objetivo no es sólo aliviar los síntomas de la pobreza, sino curarla y, sobre todo, prevenirla”.
Cuando el presidente Johnson inició la “Guerra contra la Pobreza” el 8 de enero de 1964, prometió “no sólo aliviar los síntomas de la pobreza, sino curarla y, sobre todo, prevenirla”. Por desgracia, el medio siglo de legado de la “Gran Sociedad” de Johnson no ha estado a la altura de ese noble objetivo.