La Navidad, la celebración por excelencia del tiempo en familia, así como el Año Nuevo, el momento de los buenos propósitos, proporcionan una gran oportunidad para que los padres se aseguren de que la unidad de la familia dura todo el año, con la promesa pasar más tiempo con sus hijos y sus actividades.
Aunque el Estado ha tratado de invadir la vida familiar hasta pretender reemplazar con un cheque mensual el rol paterno en la familia, despues de casi cinco décadas de estar jugando a la ingeniería social, ha quedado demostrado y a la vista de todos que ningún programa de gobierno puede reemplazar el papel de padre en la vida de sus hijos.