Desafortunadamente para los catorce millones de americanos desempleados, el presidente continúa firme en su camino de presentar políticas de grandes gastos para luego centrarse en más impuestos y aún más altos para poder pagar por el gasto. ¿Quién acaba pagando el precio? Los creadores de empleo de la nación y aquellos en la cola del desempleo.
El gasto de los 3 grandes programas requerirá la totalidad de los ingresos fiscales para el año 2049. Es una trayectoria insostenible. Los políticos prometieron mucho más allá de lo que se podía pagar y ahora, antes de convertirnos en Grecia, hace falta que enfrentemos el problema con seriedad y sin demagogias.
Este fin de semana en el que conmemoramos el 10º aniversario de los atentados del 11 de septiembre sería bueno reflexionar por qué es vital y necesario mantener una defensa que proteja a Estados Unidos. Como dijo George Washington en su primer discurso anual al Congreso en 1790: “Estar preparados para la guerra es uno de los medios más eficaces para mantener la paz”.