Estados Unidos es líder empresarial a nivel mundial. Sin embargo, sus altos impuestos a las empresas aumentan la dificultad de las empresas para competir a nivel internacional en esta era de la globalización. La inversión privada en Estados Unidos puede ser mayor si se reduce el impuesto sobre sociedades.
Ninguna escuela de pensamiento económico defiende el aumento de impuestos durante una recesión o inmediatamente después. Subir ahora los impuestos podría ser imprudente e irresponsable. En su lugar, el Congreso debería centrarse en reformas fiscales que impulsen la creación de empleo y el crecimiento económico.