El caso del líder político venezolano Leopoldo López, encarcelado sin sentencia desde el 18 de febrero de 2014, parece tan claro que la incapacidad para conseguir su libertad es testimonio del pobre estado de la democracia en varios países del continente americano. El abandono y la silenciosa complicidad de muchos es problemático. Es hora de presionar fuertemente por la libertad de Leopoldo López y de otros prisioneros políticos en Venezuela.
Leí este titular sobre el presidente francés: “Hollande reclama a su Gobierno que concilie crecimiento y justicia social”. Y el famoso actor mexicano Gael García Bernal declaró: “La falta de justicia social es el mayor lastre que carga México y el resto de Latinoamérica. Sin paz social no hay justicia. Hay una cantidad absurda de millonarios, y una cantidad absurda de pobres”.