Debido a la amenaza de Moscú de utilizar su derecho a veto por tercera vez para bloquear las acciones de la ONU en relación a la crisis siria, la estrategia simplista de poder blando usada por la ONU y de la administración Obama para resolver la crisis los está haciendo cada vez más irrelevantes respecto a la situación sobre el terreno en Siria.
El sufrido pueblo de Siria necesita del liderazgo de Estados Unidos y lo necesita ya. La situación es extrema pues los activistas dicen que más de 14,000 personas han sido asesinadas desde que el levantamiento empezó en marzo de 2011. Pero las medidas efectivas han sido frenadas en las Naciones Unidas debido a la protección diplomática del régimen de Assad por parte de Rusia, al cual está ayudando.
Irán continúa con el tira y afloja en lo de sus programas nucleares y sigue adelante a pesar de las cinco resoluciones en contra del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas. Su postura antioccidental, su tradicional respaldo al terrorismo y sus genocidas amenazas contra Israel precisamente son por lo que no se le debería permitir que adquiera armas nucleares.
El discurso del vicepresidente Joe Biden en Nueva York la semana pasada reflejó el hecho de que el historial de política exterior de la administración Obama así como la Doctrina Obama son tan débiles que no ofrecen mucho material para mostrar en año electoral. El nivel de la falta de honestidad del vicepresidente Biden es asombroso. Tan deshonesta como su defensa a la trayectoria de Obama fue la caricatura del historial republicano que pintó el vicepresidente.