La semana pasada, la secretaria de Estado Hillary Clinton realizó una breve visita al Cairo y Alejandría, donde la persiguieron con varias manifestaciones antiamericanas. Los manifestantes lanzaron tomates a la caravana de vehículos de Clinton y gritaron “¡Mónica! ¡Mónica!”, en referencia a la aventura extramatrimonial de su esposo. Sin embargo, lo que resultó más inquietante fue que varias protestas estuvieron organizadas por egipcios que la denunciaban por respaldar a los Hermanos Musulmanes.
Como parte de una delegación de altos funcionarios del sector publico y privado, recientemente tuve la oportunidad de viajar a Israel para aprender más acerca de uno de nuestros más importantes aliados en Medio Oriente. Entre los variados puntos que se tocaron estuvieron las advertencias de no ignorar la continua presencia iraní en Latinoamérica.
El discurso del vicepresidente Joe Biden en Nueva York la semana pasada reflejó el hecho de que el historial de política exterior de la administración Obama así como la Doctrina Obama son tan débiles que no ofrecen mucho material para mostrar en año electoral. El nivel de la falta de honestidad del vicepresidente Biden es asombroso. Tan deshonesta como su defensa a la trayectoria de Obama fue la caricatura del historial republicano que pintó el vicepresidente.
Una delegación de representantes de los Hermanos Musulmanes de Egipto se reunió el pasado miércoles con altos cargos de la Casa Blanca, según un portavoz de la Casa Blanca que afirmó que “hemos ampliado nuestro compromiso para incluir a los nuevos y emergentes actores y partidos políticos”. Los Hermanos Musulmanes, prohibidos durante largo tiempo en Egipto después de que intentaran asesinar al presidente egipcio Nasser en los años 50, están listos para dominar el nuevo gobierno egipcio tras surgir como los grandes vencedores de las recientes elecciones parlamentarias en Egipto. …
Una cosa es que el presidente profese su amor por Israel, especialmente en año electoral. Pero ya es otra cosa que haga algo significativo en respaldo de esas palabras. Durante demasiado tiempo, el presidente ha adoptado la filosofía de la “Doctrina Obama”: su proyecto para embelesar a los enemigos de Estados Unidos mediante el acercamiento, mientras volvía la espalda a aliados como Israel, que necesitan el apoyo de América.