Esta semana, la Fundación Kaiser Family y el Health Research and Educational Trust dieron a conocer un importante estudio sobre la cobertura médica que pagan los empleadores en Estados Unidos. Entre los muchos hallazgos importantes del informe, destaca uno: Los americanos están pagando más y más por su seguro médico cada año.
Desde su creación, la ley CLASS era completamente insostenible, tal como estaba redactada. ¿El problema? Debido a los efectos de la selección adversa, el programa impondría altas primas, lo que impediría participar a las personas que constituyen menos riesgo. De hecho, participar en el programa CLASS solo sería atractivo para aquellos que padecen mala salud y esperan necesitar cuidados extendidos en el futuro, lo cual aumenta aún más las primas.
Los jueces han ratificado una verdad que los americanos ya saben: Cuando el Congreso aprobó y el presidente firmó la ley Obamacare, ellos estaban excediendo la frontera constitucional. Afortunadamente, las cortes se están manteniendo firmes y ahora toca que la Corte Suprema de Estados Unidos le ponga el alto definitivo.
El 12 de agosto de 2011, un panel de tres jueces de la Corte Federal de Apelaciones del 11° Circuito de Estados Unidos en Atlanta dictaminó que el mandato individual en la Ley de Protección al Paciente y Cuidado de Salud Asequible (PPACA), más comúnmente conocida como Obamacare, es inconstitucional.
Ayer en la tarde, un panel de tres jueces de la Corte Federal de Apelaciones del 11° Circuito en Atlanta dictaminó que el mandato individual en la Ley de Protección al Paciente y Cuidado de Salud Asequible (PPACA), más comúnmente conocido como Obamacare, es inconstitucional. Como mantiene la Fundación Heritage y la gran mayoría de expertos legales, el gobierno no nos puede obligar a comprar un servicio o un producto, eso es ir más allá de lo que marca la Constitución de Estados Unidos.