Queridos patriotas,
Hoy es mi primera jornada como presidente de la Fundación Heritage y lo primero que quiero hacer es darle las gracias a mi predecesor, Ed Feulner, por la institución que ha forjado durante estos 36 años. Lo segundo que haré es decirles que no modificaremos el optimismo y el orgullo sin límites por nuestro país, que es lo que esperan cuando se acercan a la Fundación Heritage, así como tampoco nuestro compromiso para asegurarnos de que Estados Unidos permanece como faro de libertad para el mundo.
El matrimonio es la piedra angular de toda la civilización humana. Todos los americanos, especialmente los conservadores, deberían respetar esta institución fundamental de la sociedad civil. Es por eso por lo que 41 estados y el gobierno federal afirman que el matrimonio es entre un hombre y una mujer.
El matrimonio es la piedra angular de toda la civilización humana. Todos los americanos, especialmente los conservadores, deberían respetar esta institución fundamental de la sociedad civil. Es por eso por lo que 41 estados y el gobierno federal afirman que el matrimonio es entre un hombre y una mujer.
Los americanos que luchan en defensa del matrimonio en Estados Unidos tienen mucho que aprender de los franceses. El movimiento promatrimonio francés ha obligado a un debate nacional sobre la redefinición del matrimonio. Ha cambiado la opinión pública sobre el matrimonio entre personas del mismo sexo: la mayoría se opone ahora al mismo. Y ha creado un respaldo del público en general y ha atraído a muchas personas que no son ni conservadoras ni religiosas.
“El matrimonio existe para unir a un hombre y a una mujer como marido y esposa para que sean padre y madre de cualquier hijo que produzca su unión. Se basa en la verdad antropológica de que hombres y mujeres son distintos y complementarios, en el hecho biológico de que la reproducción depende de un hombre y de una mujer y en la realidad social de que los hijos necesitan a una madre y a un padre”.