El objetivo del Estado Islámico es expandirse por el mundo musulmán hasta que todos los creyentes estén bajo su mando. Los terroristas de al-Bagdadi siembran el pánico allí donde ejercen su dominio. Las ejecuciones sumarias de los que se oponen a sus mandatos y las campañas de exterminio de infieles son dos de sus características más espantosamente célebres.
Todos los sábados, Libertad.org presenta La Caricatura de la Semana en la que su genial autor, Glenn Foden, ilustra pasajes de la vida política de la nación. Esta semana: La Guía Oficial de la TSA.
Se calcula que Hamás había construido una red de más de 30 túneles interconectados a lo largo de la frontera entre Gaza e Israel para llevar a cabo ataques simultáneos contra poblaciones y bases militares isrelíes cercanas a la Franja, así como para secuestrar israelíes, con el objetivo de reeditar un intercambio como el del soldado Guilad Shalit. Pero lo que posteriormente se supo de ellos fue tremendo.
¿Que el Estado Islámico está actuando a la defensiva y a punto de perder? De hacer caso a los mandos militares estadounidenses, la respuesta sería que sí. Como poco, es una vergüenza que ningún militar en activo esté dispuesto a admitir lo evidente: que estamos perdiendo frente al Estado Islámico, no ganando.
Es probable, como numerosos reporteros han especulado anteriormente, que el ISI, la agencia paquistaní de inteligencia, supiera dónde vivía bin Laden. Lo que es inverosímil es que Pakistán cooperara con Estados Unidos para realizar un asalto que avergonzó al Ejército paquistaní y perjudicó las relaciones entre ambos países.