El fiasco del rescate financiero a Chipre continúa, elevando así la crisis de deuda de la eurozona, que ya dura cuatro años, a un nuevo nivel de volatilidad e incertidumbre.
En el corazón de la debacle subyace el sobredimensionado sector bancario de esta pequeña isla, que es ocho veces mayor que el tamaño de su economía. Pero el tercer miembro más pequeño de la Unión Europea (UE) tiene otro sector notablemente voluminoso y problemático: el sector público.
El Parlamento de Chipre rechazó ayer tajantemente el plan de rescate financiero de la Unión Europea (UE) que habría gravado los depósitos bancarios privados.
El plan no recibió de ni un solo voto de respaldo, al votar en contra del mismo 36 parlamentarios y abstenerse 19, con un parlamentario ausente de la votación.
En Chipre, ricos y pobres por igual verán como el gobierno los atraca y les quita su dinero. Los detalles exactos del plan aún se están discutiendo, pero al parecer, esto afectará a todas y cada una de las personas que tengan su dinero depositado en un banco chipriota. Esta medida también incluye a quienes no sean ciudadanos chipriotas, como los ricos oligarcas rusos y a los casi 1,000 americanos que se estima que viven en Chipre.
¿Tiene Ud. leche? El Parlamento europeo desde luego que sí. Los productores de leche europeos estuvieron esta semana en Bruselas para protestar contra los cambios propuestos en las regulaciones de la industria láctea. Los manifestantes rociaron con leche el edificio del Parlamento, poniendo fin así a diez complicados días en la capital de la Unión Europea (UE), tras la fallida cumbre de la semana pasada sobre el próximo presupuesto de la UE.