Estados Unidos debe reconocer que no puede esconderse de las amenazas ni retirarse para encerrarse en su fortaleza. No hay murallas lo suficientemente altas como para evitar otro 11 de septiembre y alejarse de los enemigos en el exterior no hará que estos desaparezcan. Las fuerzas armadas de Estados Unidos deben estar preparadas para combatir las futuras amenazas; las fuerzas de la ley y los servicios de inteligencia de Estados Unidos deben contar con las herramientas necesarias para impedir atentados terroristas dentro del país y nuestros cargos electos deben reconocer su obligación constitucional de proteger a Estados Unidos de sus enemigos, tanto extranjeros como domésticos.
Es bueno ver que, aunque algunos representantes de la administración pueden tener una perspectiva descarriada, la inmensa mayoría del público americano tiene los pies bien puestos sobre la tierra. De hecho, Osama bin Laden ya hace bastante tiempo que se murió – un año para ser exactos. Por todo el mundo, se han desmantelado redes terroristas, se han diezmado a sus líderes y se han desarticulado campos de entrenamiento terrorista. Sin embargo, como el columnista del periódico Washington Examiner Cal Thomas expone acertadamente, “El terrorismo fluye de un sistema de creencias y una cosmovisión que no serán aplastadas simplemente porque unos cuantos líderes de al-Qaeda hayan desaparecido”.
A pesar de los serios reveses de Estados Unidos en Afganistán durante los últimos tres meses, los dos países han sido capaces de concluir un Acuerdo de Asociación Estratégica (SPA) el mes pasado que establece un amplio abanico para las relaciones entre Estados Unidos y Afganistán cuando se dé fin a las operaciones de combate americanas y de la OTAN en 2014.
Trabajar para mantener a Estados Unidos en una posición dominante en la que el país permanezca libre de las coacciones extranjeras no es belicista ni reaccionario. Se trata simplemente de gobernar responsablemente guiándose por el sentido común de que la fortaleza y la independencia naval americanas han sido y probablemente continuarán siendo, necesarias para proteger la pacífica libertad comercial. Podemos agradecer al senador Marco Rubio por poner de relieve esta realidad.
El próximo mes los líderes de la OTAN se reunirán en Chicago para la cumbre de jefes de estado y de gobierno. La agenda se centrará primordialmente en Afganistán pero incluirá también debates sobre defensa inteligente, sobre la Revisión de la Postura de Defensa y Disuasión así como sobre la defensa antimisiles. La ausencia más notable será la de la ampliación. Desde que el presidente Obama ocupó el cargo, Albania y Croacia son los únicos aspirantes que se han unido a la alianza. Sin embargo, esto cuenta poco pues …
Ese era nuestro comandante en jefe en complot con un autócrata antiamericano para embaucar al pueblo de Estados Unidos hasta que sea demasiado tarde. Lo que lo empeora más todavía es que el asunto entre manos (la defensa antimisiles) está relacionado con proteger al pueblo americano frente a países como Rusia.