Como gastamos más de la cuenta —en otras palabras, el gobierno gasta más de lo que los contribuyentes aportan— tenemos que estar oyendo cosas como que “hay que volver a subir el límite de la deuda”. Si parece que cada dos por tres estamos con el mismo tema. Pues sí, es que lo estamos porque nuestros políticos nunca arreglan el problema de la deuda de Estados Unidos.
Según una encuesta de principios de este año, los votantes tienen una opinión más elevada de las cucarachas que de los congresistas. La popularidad personal del presidente Obama se mantiene sólida, pero el índice de aprobación de su trabajo está bajando. Entonces, ¿por qué son tan impopulares nuestros responsables electos?
Con todo lo sucedido esta semana, poco tiempo hemos tenido para reflexionar que el lunes 15 de abril fue el Día de la Declaración de Impuestos, fecha límite para que los americanos paguen sus impuestos correspondientes al año anterior. También esta semana, el jueves 18 de abril, fue el Día de la Liberación Fiscal que marca la fecha en la que, como nación, hemos trabajado hasta ganar finalmente el dinero suficiente para pagar la factura de todos los impuestos locales, estatales y federales del año.
Ayer, 18 de abril, fue el día 108 del año 2013. También fue el primer Día de la Liberación Fiscal, según el cálculo de Tax Foundation. El Día de la Liberación Fiscal es el día en el que, como nación, hemos ganado finalmente el dinero suficiente para pagar la factura de todos los impuestos locales, estatales y federales del año.
Los americanos se despiertan hoy en el peor “lunes” que tendrán en todo el año: El Día de la Declaración de Impuestos.
La mayoría de americanos teme este día – y con razón. Más allá de la enorme factura que los americanos pagan al gobierno, el código tributario es tan complejo que es difícil averiguar qué le debemos al Servicio de Impuestos Internos (IRS). Se trata de un sufrimiento para los contribuyentes y una enorme sangría para la economía.